Nunca te has preguntado ¿Cómo voy a manejar la plata si para empezar no tengo suficiente y además no tengo ni la más mínima idea de cómo hacerlo?
Sin importar lo que hagas o quien seas, el manejo del dinero, es vital, un buen control sobre tus finanzas tendrán un impacto positivo en tu bolsillo, en tu cuenta bancaria y hasta la de tu negocio, lo cual repercutirá de forma positiva en tu calidad de vida.
La gran mayoría de las personas siguen un patrón que sin percatarse poco a poco va arruinando sus finanzas llenándolas de deudas.
El patrón es que mientras más ganas, mientras más ingresos obtienes, tu nivel de gastos también aumenta, y es que es normal escuchar, que con ese aumento de sueldo que obtuviste, saliste a comprarte el último teléfono, o fuiste directo al concesionario a adquirir un nuevo vehículo, y pare usted de contar.
Básicamente nuestros gastos crecen de manera proporcional a la de nuestros ingresos, cosa que está mal, porque de la misma forma no crecen nuestros ahorros o nuestras inversiones.
Estamos en un sistema, que te obliga hacer eso, vendiéndote falsas ofertas que lo que terminan a la larga es endeudándote, prácticamente te programaron a actuar así, más que todo por desconocimiento y por seguir el ritmo de la mayoría, sin embargo, por esa misma razón, es que “la mayoría” no son ni están cerca de ser ricos, o por lo menos libre financieramente hablando.
No se dice que uno niegue a su vida esas cosas que nos gustan tener, o que siempre hemos soñado tener o hacer, no, lo que se pide es hacerlo con inteligencia financiera.
En esta ocasión te traemos una serie de tips y consejos que te ayudaran a manejar dinero.
Muchos dirán que no servirán de nada, porque sus ingresos son pocos, bueno déjame decirte, que si no sabes manejar poco, mucho menos podrás manejar mucho, no pretendas correr sin antes aprender a caminar.
Aquí está el punto de partida de todo, puesto que desde aquí podrás tomar las decisiones pertinentes, además veras reflejado todas tus finanzas.
En este punto determinaras, cuáles son tus ingresos mensuales, desde tu sueldo, las ganancias extras que consigas, hasta el porcentaje que ganas en las cuentas de ahorro, todo lo que signifique una entrada de dinero a tu bolsillo.
Perfecto, ya determinaste todo lo que pone dinero en tu bolsillo, ahora debes plasmar y calcular, todo lo que saca dinero de él, tus gastos cotidianos, por ejemplo en teléfono, transporte, gasolina, deudas, todo lo que signifique un gasto para ti de forma mensual, tienes que ser lo más honesto y sincero posible.
Luego de realizar el presupuesto, es posibles que tú mismo te encuentres sorprendido al ver cómo se va tu dinero muchas veces en muchas tonterías, pero bueno continuemos.
Lo que debes hacer es suprimir y eliminar ciertos gastos que no son esenciales para tu vida, es obvio que todos tenemos gastos que son de suma vitalidad, por lo que son gastos que si o si debes realizar, como por ejemplo gastos en comida, en transporte, medicinas y todo lo que tu consideres importante, que sin ese gasto no puedes continuar.
Sin embargo también tenemos gastos recurrentes que si podemos obviar, que si nos ponemos a detallar bien, no son necesarios, o pueden tener otra alternativa más económica.
Por ejemplo si tienes un gasto recurrente de comer en la calle todos los días, evalúa organizarte y realizar tú mismo tu propia comida, es posible que puedas ahorrarte algún dinero, que pueda ser utilizado en algo más productivo.
No se habla que no puedas comprar ni gastar en algo que te guste, sino evaluar si es beneficioso para ti y para tus finanzas en ese momento, lo que puedes es postergar ese gasto en ese carro que siempre te ha gustado, para otro momento donde su adquisición no impacte de forma negativa tus finanzas.
Tus sentimientos muchas veces suelen ser traicioneros, así que no te dejes llevar por ellos, y por lo que dicen los demás, sé racional y piensa antes de gastar en algún capricho, si eso que vas a adquirir es de suma vitalidad en el momento, pregúntate si puedes vivir sin ello, y si la respuesta es sí, pues no realices ese gasto.
La idea no es solo controlar tus finanzas, es controlar tu mente también, allí está la clave de todo.
Una vez establecido tu presupuesto mensual, ya pudiste detectar e identificar cuáles son tus gastos y cuáles son tus ingresos, por lo que ahora te da una base para empezar a manejar tus finanzas.
En este paso lo que debes hacer es hacer un plan de distribución de tus ingresos.
Vas a tomar un lápiz y un papel, o una hoja de Excel, y vas a asignar un porcentaje de tus ingresos en un principio a 5 áreas.
Supongamos que tus ingresos mensuales son de $5,000.00
Ahorro e inversiones.
Aquí vas a destinar ese dinero que va a empezar a generar más ingresos, tienes que ser recurrente y tomártelo muy en serio, se puede decir que el ahorro y las inversiones, son los pulmones de unas finanzas saludables.
Para esta área destinar un 15% de tus ingresos, que estaríamos hablando de $750.
Gastos.
En el presupuesto determinaste cuáles son tus gastos que sacan mes a mes dinero de tu bolsillo, luego suprimiste ciertos gastos, y determinaste solo los gastos esenciales, lo que sí o sí son necesarios.
Para esta área destinaras un 60%, unos $3000 según el ejemplo, si tus gastos representan menos de esa cantidad, no importa, el restante guárdalo y lo utilizas para gastos futuros, de forma que siempre tengas un excedente que luego lo puedas utilizar para aumentar tus ahorros e inversiones, o para otro fin que desees, tú decides.
Deudas.
Para esta área, destinaremos 10 % de los ingresos, cuando hablamos de deudas, nos referimos a ese gasto que adquiriste mediante el uso de un crédito, o si alguien te presto dinero, todo esos gastos que le debemos y que adquirimos desde un tercero.
Para el uso de este plan, es recomendable que si el porcentaje asignado por ti es inferior a las deudas que tienes, te concentres primero en bajar esas deudas, y luego cuando te equilibres, estar consciente de que no puedes adquirir una deuda superior al pago destinado mensual que tú elegiste.
Ejemplo.
Por ejemplo, en nuestro caso destinaremos un 10% que equivale a $500 mensuales, suponiendo que estamos equilibrados, y que no poseemos deudas, si deseamos adquirir una deuda nueva, bien sea por un crédito u otro instrumento, el pago mensual no puede representar un monto mayor a esos $500.
Diversión.
No todo, es ahorrar, invertir, y suprimir todo, no somos robots ni mucho menos, por eso, debes recompensarte tú mismo muchas veces, por lo que deberás destinar un monto para gastos netamente de diversión, puede ser para salir con amigos, comer en un restaurante, o planear unas vacaciones.
Para el ejemplo destinaremos un 10% que equivale a unos $500, cabe acotar que esto solo puede ser utilizado para ese fin.
Imprevistos.
Por último y no menos importante, los imprevistos, aquí destinaras el capital que te servirá de colchón a cualquier eventualidad que te suceda en el camino, que bueno saber que tienes un colchón financiero que puedes destinar si por ejemplo tu vehículo sufrió un accidente, o en tu casa sucedió alguna eventualidad, o cualquier tipo de ocurrencia que te suceda a ti.
Destinaremos el 5% restante que equivale según el ejemplo a $250.
Para eso servirá este colchón, tiene que ser dirigido netamente a ese fin.
Recomendación.
Como recomendación, sería bueno que tuvieras todas esas áreas en distintas cuentas, de modo que puedas tener un mejor control y una mejor organización.
Cabe acotar que los porcentajes utilizados aquí son referenciales, tú mismo debes establecer la dinámica y adecuarlo a tu nivel de ingreso, lo que si es que no importa que se poco o mucho, lo que importa es que lo hagas, y seas constante y disciplinado en ello.
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